miércoles, 30 de abril de 2014

GRACIAS, SANDRO


Bayern de Munich 0-4 Real Madrid. Copa de Europa, vuelta de semifinales.

Luka Modric entrando en casa de Guardiola al grito de “¡Hola, señor Wilson!” como buena alegoría de las últimas pinceladas del cuadro que ultima el rosellismo. Suponemos que esta obra del neo nuñismo no estará terminada sin la consecución de la añorada décima cuando, cumplidos los objetivos, podrán darse por hechos los deberes y ya sólo faltará esperar a que Antonio López termine el cuadro del Rey antes de que se le ponga cara del palo de Neymar, o de que el propio mariposa empiece a ser más jugador de futbol y menos funambulista.

Nunca le perdonaron a Pep en casa que, bajo el influjo de Bielsa, no concediera una entrevista y nunca le perdonarán fuera que les inyectase antibarcelonismo en vena a base de goleadas, levantamiento de trofeos y ronditos en el centro del campo. Por eso se entiende un indiscriminado ataque señalado desde una prensa madridista hilada en las sastrerías de Florentino como, lamentablemente, ya no sorprende los ataques recibidos desde las editoriales del Grupo Godó. Las conspiraciones arbitrales (¿dónde se perdió la segunda amarilla de Alonso en Dortmund?) y las acusaciones de dopaje desdeñadas por la actual Junta culé a cambio de un mísero talón de cinco cifras. Jactándose de buscar manos negras para luego apretarlas en público en comidas previas a la final de la Copa del Rey. La demonización de Pep, al que ayer no le salvaron ni las valkirias y que ahora parece no salirle una a derechas sin Leo Messi –que también ha recibido lo suyo-, tras el parcial de 5-0 tachado de “fracaso, humillación y ridículo” no parece guardar similitudes con el “accidente” (Santi Nolla dixit) del 7-0 sufrido un año ha por el canonizado Vilanova en el mismo escenario. Y es que las ligas de los cien puntos salvan al recientemente malogrado Tito pero la colección de títulos por el mejor equipo del mundo deja a Guardiola con el culo al aire. Molt be. Es lo que tiene llevarse bién con Sandro e inclinarse ante la máquina periodística. A su vez, es tan comprensible, como viene siendo histórico, soportar el típico tufo a triunfalismo que desprende el madridismo a la mínima victoria, ver cómo quieren enterrar el modelo que les sepultó bajo tierra pero cuya usurpación encumbró a la selección para su propio y paradójico goce como es de juzgado de guardia leer columnas catalanas prestas a dilapidar el modelo que ha hecho del Barsa el mejor equipo del mundo. Se hizo con el cruyffismo en el 96’ y se están atacando todos los cimientos del guardiolismo en 2014.


Algo muy gordo ha tenido que hacerles Guardiola a los madridistas cuando sólo tienen palabras para él tras llegar por primera vez en doce años a una final de Champions. La miseria moral del rosellismo se ceba también con el técnico que, junto con el mejor presidente de la historia (con Laporta el Madrid nunca pasó de octavos de final) sometieron al mundo con un par de cojones, sin protección periodística ni cadenas de favores. Ahora, la herencia nuñista rosellista que nos dejó hace un año humillados y vejados en el propio Munich, nos priva hoy de todos los títulos. La triste realidad de vernos sin pelear por los títulos es el penúltimo golpe de esta Junta al club. Después de ver las semifinales con la camiseta del Bayern y empezar a contemplar la lluvia de futuros posibles fichajes que asolan las portadas, podemos afirmar que hemos vuelto oficialmente a los ochenta. Si para más inri tenemos que aguantar a unos madridistas, que nadie aguanta ni en las derrotas, levantando la décima, no quiero ni pensar lo que nos depara el futuro inmediato. 

Portada del día que Guardiola firmó como técnico del FC Barcelona

jueves, 17 de abril de 2014

Perdónales, porque no saben lo que hacen


Barcelona 1-2 Real Madrid. Copa del cazador de elefantes, final.

La autodestructiva obra del rosellismo no tocó fondo anoche porque esto es un no parar. Los mass media, o medios de cominucación de idiotas, tardaron poco en señalar a los culpables tras la derrota. Fácil tarea de cartas marcadas y objetivos señalados a dedo, aunque también ardua y dura cuando se trata del mejor jugador de la historia. El Grupo Godó, encabezado por el sinvergüenza de Marius Carol  y demás rotativos catalanes inculparon a Messi y prosiguieron (porque esto viene de lejos) con su campaña de ataque y derribo al rosarino.

Culpable de pasotismo y responsable único de la derrota. Messi debería, según ellos, ser ajusticiado por tirar las tres competiciones en una semana. Y es culpable de que el entrenador no haya cambiado el sistema donde le encerró y de que juguemos con las cartas marcadas –minuto sesenta: cambio de Cesc por el extremo de turno-. De la venta de Abidal y la de Thiago. De que el director extradeportivo descartase a Courtois en un informe dos años ha y de traer a Song para ponerlo de centralcentro. De vetar el fichaje del inminente central desde hace tres años. De que Neymar con 20 años cobre más que nadie y de que cobre los 2,5 M firmados en su contrato para que juegue en la derecha porque lo dice el entrenador. De que Xavi tenga 35 años y Fàbregas esté prejubilado. Messi es culpable a su vez de la sanción de la FIFA y de que LA MASÍA NO NO SE TOCA pero no subimos a nadie del filial. De la persecución de la Audiencia Nacional y de la dimisión de Rosell. Se manejan rumores que lo sitúan en el tiroteo de balines a la porta de su garaje. Es culpable, también, de no devolver los balones de todos los centros de Alves que cayeron anoche en su jardín de Castelldefels. De sacar a los niños del campo y de meter a los Boixos. Es sospechoso de ser la mano negra detrás del rosellismo y la mano que mece la cuna del maligno entorno. De regar los campos de golf de Cruyff y de simpatizar con Laporta y Pep. Es culpable también de que no arrasase más si cabe el SÍ en el referéndum del viejo nuevo campo nuevo. Se rumorea que el Grupo Godo tiene información clasificada donde Messi es sospechoso de incitar a Maradona en el consumo de cocaína en las correrías por el Raval en los ochenta y de tapar los escándalos de pederastia de los curas irlandeses. De mirar hacia otro lado junto a Kofi Annan en el genocidio ruandés y de la nacionalización de los hidrocarburos.

Culpa de Messi todo

Aburrido por un club sin modelo alguno (más que el de la reforma del puto campo) y deportivamente en declive. Insultado por su propia directiva y enjaulado en el campo por un entrenador incompetente y sin soluciones. Al jugador con más goles en este 2014 sí que puede cuestionársele por estar pensando en el Mundial y preservándose psicológicamente de posibles lesiones que lastren su futura e inminente participación en él. El rosellismo, sin embargo, en un ejericio sin precedentes, está dispuesto a perdonarle la vida por los servicios prestados y el partido que ganó solo hace dos semanas con un Hat-Trick en el Bernabéu. Por eso estudian un justo castigo considerando su conversión en el mejor jugador de la historia durante los 15 años en el club al que ha dado todo y llevado a la cima mundial: vilipendiarle y largarlo a un equipo que pague la claúsula que permita financiar unos buenos palcos VIP. Es la justicia divina del rosellismo. La misma de la que ni los artífices del mejor equipo de la historia han podido escapar.


Directrices...

PD Ya es duro ver a Cruyff y Guardiola fuera, y estos hijos de puta quieren quitarnos también a Messi. Lo que nos queda por aguantar…

XI: Pinto, Alves, Bartra, Mascherano, Alba; Busquets, Xavi, Iniesta, Fabregas; Neymar, Messi.
Goles: Bartra, aunque mariposa casi hace uno a lo Salinas. 


domingo, 13 de abril de 2014

Yo digo SÍ


Granada 1-0 Barcelona. Liga, 33

Tiempo se han tomado las hordas demócratas amiguísimas del populismo y los referéndums para empezar a rajar del Barsa. Ha tenido el Martino Team -me descojono- que palmar en Granada para que la plebe y los trabajadores de bonobús discutan a seminarista y su modelo autodestructivo. Por lo tanto, es tiempo de decir SÍ a Barto. Este Barsa es un descojone y nos lo pasamos pipa viendo sufrir al pueblo llano. Toda la medianía con el cuchillo entre los dientes tres años después del principio del fin. Vaya ojo, macho. Hay que tener pocos miramientos y, por eso, es hora de divertirse. Desde la distancia, el messiffismo cree en Cruyff en el palco del Ajax de Frank DeBur y en la autogestión de Messi. Que no corra, que este equipo es una mierda. Por eso yo digo SÍ a Messi, SÍ a los 5 km por partido y a Brasil 14’. Que llegue fresco el pibe y nos haga disfrutar en el mundial. Un messiffismo que ni se crea ni se destruye, que gana títulos y nunca acaba los rondos. La victoria definitiva, el enemigo de la democracia pro-cataríes. Por eso, en estos meses venideros, suponemos que seminarista no podrá ya con el pueblo llano y acabará devorado por su pequeña masa demócrata como los hijos devorados por Saturno. Porque el monstruo lo crearon ellos y que ellos acaben con él. Disfrutemos desde la misantropía del padecer del culé de bufanda y butifarra, ahora que se han quedado cuatro gatos durmiendo en la piscina del señor Lebowski, donde no cabían más nihilistas y gente mirando para otro lado. Así que, desde el messiffismo, guardiolismo puro mezclado pero no agitado y verdadero sofisma de la mentira rosellista-seminarista, esperaremos al hermanísimo Laporta y disfrutaremos con el ideólogo de Johann soltando tortazos a golpe de micrófono desde los campos de golf del Ampurdán. Que a nosotros ya no nos quedan lágrimas y queremos, ya que no podemos disfrutar del fútbol que nos quitaron los plebeyos con carnet de soci, reírnos de sus desgracias ahora que se las han encontrado todas de golpe.  

XI: Pinto, Montoya, Busquets (Alexis), Mascherano, Adriano (Jordi Alba); Song, Fabregas, Iniesta; Pedro, Messi, Neymar. 

jueves, 10 de abril de 2014

"El fútbol te devuelve lo que le das"

Atlético 1-0 Barcelona. Copa de Europa, vuelta de Cuartos de Final.

Heredaron un equipo campeón...

Esta frase plasmaba el Barcelona en la despedida –de despido, no de dimisión- de Guardiola tras la consecución de la Copa del Rey contra el Athletic allá por 2012. Una frase indiscutible que, paradójicamente, bien podrían volver a serigrafiar en grande si es que queda algún hueco en el Estadi sin copar por la publicidad de los cataríes y azafatas con burka. El Barcelona macho, un modelo a seguir… Decía Borges en “El libro de arena” que hay un misterioso placer en la destrucción. Supongo que, como los miembros del Congreso del Mundo dijeron que “cada tantos siglos hay que quemar la Biblioteca de Alejandría”, los actuales directivos gozarán de un lascivo placer destruyendo el modelo del que paradójicamente presumen. Acabar con el mejor club de la historia en tres años no es cosa de un descuido ni una tarea fácil. Hay que ser un concienzudo hijo de puta para destruir un modelo asentado que no era ni mucho menos un castillo de naipes. Primero, hay que largar, insultar y menospreciar a los guardianes del mismo: Cruyff, Guardiola y Laporta. Tras esto, hay que echar a los más allegados a éstos, que son Abidal y, por ejemplo, Thiago (promesa de futuro y producto de Pep). Tanto da si faltan centrales o mediocentros. Abidal y Thiago fuera, jugada maestra. Ahora están en liza con Messi y Victor Valdés. Y hay que, después de fichar a brasileños por 90 millones (padre incluído), activar a la opinión pública sobre Messi, decir que el argentino es un pesetero y que corre sólo 1,5 km más que Pinto pero hay que hacer una pancarta gigante diciendo LA MASÍA NO SE TOCA aunque tú hayas hecho las cosas mal. Y el soci compra, porque el soci es tonto. Porque regalarles 600M a esta junta para ampliar y techar un campo que ni se llena ni se moja es de ir sobrado de IQ.
                                                  
El repaso de anoche es la guinda a un colofón de despropósitos y cosas mal hechas. Parafraseando a Guardiola, “cuando Messi no juega bién es que algo de su entorno falla. Hay que esperar a que él no se aburra y se pueda seguir sintiendo cómodo. Si es así, no falla”. Guante bien recogido por la directiva que ha minado tanto cuanto ha podido a un equipo hasta que a Messi, el hombre perro, el niño hombre que sólo tenía en mente el balón, lo han aburrido sobremanera. Tras decir que “a este equipo lo entrena cualquiera” y llamarle “Dalai Lama” entre cuchicheos de pasillo. Cómo si el barsa se entrenase sólo o, mejor, que Tito, el que vendieron su liga como una heroicidad, el del 7-0 del Bayern y el que rechazó a Hummels; o el propio Tata, eran mejores que él. No sólo no han hecho porque el equipo no se renovase, sino que se lo han cargado. Llevar tres años para traer un central que es una necesidad urgente y resolver en dos meses lo del puto campo nuevo que es una, como dice el presidente golpista “decisión para los próximos 60 años”, destapa las prioridades de una Junta sin escrúpulos. Una banda con cara de seminaristas que todavía no han salido de los juzgados por el caso Neymar y siguen todos los que quedan pendientes para entrar en fila. Uno a uno. Pero claro, en verano: el central es Puyol. Buenísima gestión tanto de Zubizarreta como de una directiva con los intereses marcados. El Barcelona, el último.

Pero no todo el problema está en los despachos. Ver a Alves colgando centro hacia tíos de metro setenta contra la mejor defensa de Europa nos sonroja y deja por los suelos el tan alabado modelo. El entrenador, leproso con renombre en Sudamérica. Catalizador de problemas y navegante en tiempos de tormenta. Coronado anoche con su “hoy no queríamos que Messi tuviese mucha participación”. ¡Artista! ¡Ídolo! Jugarse los cuartos en Europa no queriendo que el mejor de la historia entre en juego… Mejor echarlo a una esquina y canalizar el juego a través de Fábregas, que ya vimos en la ida, como también llevamos viendo estos tres últimos años, qué tal nos va con él corriendo como un pollo sin cabeza. Luego, en el minuto 70, quitamos a Iniesta, ¡y los tenés dónde querés, Martino! ¡Qué astucia, che! ¡Qué bueno que viniste! Mientras, Guardiola, el que sacrificó todo dándole la llave del juego a Messi, improvisando un 2-3-3-2 en Munich para levantar una eliminatoria. Pero la culpa es de Leo, Cruyff, Guardiola, el entorno y la mano negra. 

Esperemos a ver como seminarista y sus colegas del establishment culé apagan el fuego con gasolina. Acabo el hachazo con otra frase de Guardiola al llegar en su primer año: “Abrochaos el cinturón, que nos lo pasaremos bién”. Seguiremos el consejo, maestro. Pero esta vez, lamentablemente, porque después de todas estas curvas, nos vamos a pegar una buena hostia. Porque esta mierda rosellista no ha hecho más que echar a andar.

 Diferencias...

PD Diego Pablo se lo merece. Esto y más.
PD2 Laporta, 6 años: dos Champions (más la tercera con su modelo) y 1 semifinal del Real Madrid. 
Rosell, 4 años: 1 Champion (con el modelo de Joan) y cuatro de cuatro semifinales madridistas.

XI: Pinto; Alves, Bartra, Mascherano, Alba; Busquets, Xavi, Iniesta (Pedro); Messi en banda, Fabregas (Alexis), Neymar.   

miércoles, 9 de abril de 2014

Ganar loseando

BVB 2-0 Real Madrid. Copa de Europa, vuelta de Cuartos de Final.


Carletto lo volvió a hacer. Sólo un cocktail formado por Ancelotti y el Real Madrid puede permitir semejante disparate como el de anoche. La extraña pareja se inventó un partido para la historia y le dio alas a un Borussia con seis titulares que estaban lesionados o acababan de estarlo. En lo que pudo ser una noche para el recuerdo, la mundanidad del italiano nos despojó de una derrota que habríamos paladeado durante lustros.

El técnico no presentaba mal currículum. El 4-0 ante el Superdépor, la final pérdida tras un 3-0 al descanso ante camarero Benítez, un 2-0 levantado por el United y otro por el PSV, amén de haber perdido ya en el Westfalenstadium por 4-0 años atrás y los fracasinhos en la competición doméstica ante Barsa y Atleti. Así vestía el pacificador en rueda de prensa tras anunciar que los pisapiedras, que parecía no habían aprendido nada del año pasado, necesitaban un gol en noventa minutos. Qué puto amo. Tras un penal errado por Di Maria, el Dortmund se echó a lomos de Hummels y Reus para arrasar cual pánzer al Madrid. El central, descartado por Vilanova un año atrás tras otra inmejorable actuación ante el mismo equipo, rompió líneas a zancadas de gigante y actuó de falso mediocentro filtrando pases de todos los colores (incluídas las exquisiteces con el exterior del pie). Las parábolas las recogía un Marco Reus que dirigía la ponencia arriba. No tuvo nada que ver con lo del año pasado. El repaso táctico de entonces quedó relegado a una táctica más primaria consistente en subir cual manada de búfalos. Pero tras el dos a cero del descanso iba a aparecer un nuevo héroe…

El entrenador del Madrid es un perdedor de aúpa, un loseador de nivel que lo mismo te pierde con un Milan de época que con un PSG que supura petrodólares o con un Madrid que es el equipo más caro de la historia. Un hombre que te losea desayunando con diamantes o pujando fuerte en Sotheby’s. Un loseador peleando entre los mayores perdedores del universo. Un loseador a la altura de los mejores Wenger, Pellegrini o Paco Jémez. Pero tiene un defecto: sigue siendo un loseador terrenal, un loseador exotérico, tangible y palpable. Un loseador de este mundo. No contaba con el protagonismo que le iba a robar Mkhitaryan: un perdedor de época. Un loseador de nombre irreconocible. Un hombre que no es capaz de encestar un tiro libre en ninguno de los siete anillos de Saturno. Un hombre que mea sentado. Un Julito Salinas de altos vuelos y un Abreu sin carisma. Un loseador de grandes citas. Vaya tela lo de Carletto que ni cuando tiene que hacer historia perdiendo, pierde. Es el colmo del perdedor, la paradoja del perdedor que pierde ganando, que no le dejan ni morir con gloria. Negada la poética de la fatalidad por un loseador mejor que él, con menos carisma pero más fatalismo. Mkhitaryan, un perdedor de postín, un acaparador de derrotas. Tras el penúltimo fracaso, Ancelotti volverá a pacificar ruedas de prensa y aspirar a títulos que por vergüenza desmerecen. Veremos con qué jugada maestra nos deleita la próxima vez.


Pero no todo es paja en el ojo ajeno. Esta noche, entre los matojos donde pastorean las cabras sobre la hierba de Diego Pablo, el Barcelona se juega la vida. No es este un espacio para airear vanidades pero, ante el partido más importante de la temporada, hemos de aprender de un pasado reciente donde se hicieron las cosas bien. Hace un año, Fabregas, el loser definitivo, el perdedor adimensional, el loser extrasensorial, semidiós de los losers, el falso mediocentro, el falso nueve, el falso interior, el hijo prófugo, el falso-falso; se quedó fuera del once ante el Milan porque Vilanova-no-quiso-a-Hummels tomó la decisión más inteligente de la temporada. Sentó al mayor loser que ha visto el Estadi del FC Barcelona y remontó una eliminatoria que tenía más que jodida.


P.D.  El PSG, anterior plantilla de Ancelotti, se dejó remontar con 2-0 por Mourinho en el otro partido de anoche. La sombra del ciprés es alargada, y la de Carletto, mucho más.

XI: Weidenfeller; Piszsczek (Aubameyang), Friedich, Hummels, Durm; Jojic, Kirch; Grosskreutz, Mkhitaryan, Reus; Lewandowski.

Goles: Reus, Reus. 

jueves, 3 de abril de 2014

Lo volverían a hacer


Amparado bajo una prensa afín plagada de mamporreros comprados en su periodo como oposición y una masa social con un porcentaje abrumador de subnormales a los que les gustan los referéndums más que a un tonto un lápiz; el presidente no electo, voz temblorosa mediante, ha vuelto a dejar la imagen de un desamparado Barcelona en la lona. Bartomeu ha comparecido ante los medios el mismo día en el que se ha vuelto a destapar la enésima mentira en relación a la relación de la Junta con los violentos Boixos Nois y tras la sanción impuesta por la FIFA. Con más mentiras que palabras y bajo el ya conocido y vomitivo lema del “lo volveríamos a hacer”, el incompetente no sólo reconoce que han incumplido la ley sino que se permite buscar manos negras y conspiraciones políticas. Esta junta, la misma que aceptó una limosna por parte de la COPE como indemnización tras las acusaciones de dopaje y no tuvo cojones de denunciar a Florentino cómo sí hizo Jose María García (madridista declarado) en una tertulia radiofónica, se envalentona hablando de buscar culpables y “manos negras” que buscan atacar al club. Como si ellos, hijos de puta, no lo estuvieran destrozando salvajemente. Entre tartamudeos y dudas, con esa carita de seminarista arrepentido y perrito apaleado, se pasó las irregularidades por el forro de las pelotas y reconoció estar al tanto durante todo el año de la situación irregular por la que se ha sancionado al club, pero que no esperaba, el muy imbécil, que lo sancionasen porque otros clubes también la incumplen. Porque ellos son muy guapos y tienen muchos valors y aman a los niños y a la vida y los demás clubes son unos mierdas al lado suyo. Como el incauto que le dice al policía que conduce borracho, pero que por qué le multa si hay otros que también lo hacen. Antes, una última chulería agarrándose a un puesto amparado por unos estatutos pero no por una votación demomocrática, el golpista seminarista dijo que su cargo no se resentía. Se resiente el Barcelona, sinvergüenza. Y por dignidad, que no la tenéis ni de lejos, deberíais haber salido cagando leches con la espantada de Rosell y su patética excusa de los balines en la puerta de su garaje.


Esperaremos ahora cómo reacciona el soci de a pie, un extraño especimen capaz de entregarles a estos chorizos, imputados en la Audiencia Nacional, un cheque de 600 millones de euros para que terminen de reventar el club, alicaten el estadio hasta el techo y coloquen un techo retráctil para que no les llueva toda la mierda que se están tirando encima, que van a necesitar un buen calculista. Mientras tanto, por cierto, otro directivo llamado Javier Bordas, socialité catalana, anunciando al mismo tiempo fiestas mediante las redes sociales. Mejor esto que el populismo barato que venden el seminarista no electo y el vicepresidente económico, con aires de gafapasta de la Ivy League y rulos danzando al aire entre ninguneos a Messi y su situación contractual. Vomitivo todo. Veremos qué pasa el sábado, si la vergüenza ajena se apodera del soci y los echan democráticamente o algún asilvestrado les tiene que echar a pedrada limpia y quema de contenedor. No sería aquí dónde se lamentasen los hipotéticos y trágicos sucesos, que visto el becerrismo que supura la mayoría de la masa social culé parece, por desgracia, la única solución. Es una pena que los violentos, capaces de pertrechar estos estropicios vandálicos, estén de su lado porque los han comprado como las ratas que son. 



miércoles, 2 de abril de 2014

4-4-qué?


Barcelona 1-1 Atlético (Copa de Europa, ida de cuartos de final).

Pragmatismo Martino alineó a los cuatro centrocampistas que acostumbra en las grandes citas bajo el laxo argumento de “jugar con los jugones”, pero el experimento no aguantó un partido más y el 4-4-2 de pobres que sacó el Barcelona en su feudo en cuartos de la competición continental tocó fondo durante 70 minutos de desidia. La formación, con la que se pretende controlar los partidos, agota a un Barcelona sin ideas que ni domina, controla, ni contemporiza. Antes, las vergüenzas de la Junta se descubrieron con la lesión de Piqué y la sonrojante defensa no sufrió, por suerte, gracias a la propia de Diego Costa. Tras la marcha de Pep, el único partido en dos años en el que el equipo se ha acercado a lo que fue ha sido la remontada ante el Milan donde, causal y casualmente, Vilanova decidió dejar fuera a Fábregas. Este año, sin embargo, no sólo ha sido titular en todos los partidos importantes con un bagaje más que discreto sino que, para más inri, el entrenador desdeña veinticinco años de cruyffismo reemplazando el característico 4-3-3 de Cruyff, Van Gaal, Rijkaard y Guardiola por un obsoleto 4-4-2 sólo para hacerle un hueco. Que la situación condicione, además, la posición de un Iniesta relegado al extremo izquierdo por saturación de centrocampistas, donde no puede crear juego ni filtrar pases y que a mariposa, del que estamos esperando maravillas, lo tengamos que ver arrastrarse literalmente en la banda derecha después de haber pagado 111 millones de euros; aparte de haber propiciado la salida del equipo de Thiago Alcántara al Bayern debe encabronar, o al menos llamar la atención, a un aficionado culé demasiado acostumbrado a los mangoneos internos del establishment neonuñista actual. Por lo pronto, estos setenta fatídicos minutos, antes de la salida de Fabregas a partir del cual el equipo empezó a jugar de cine, en los que los puristas del cruyffismo nos llevamos las manos a la cabeza puede costarnos caro. Ahora, sólo Gerardo tiene la potestad de, siendo fiel a la historia actual del club, poner cada pieza en su sitio y rezar para que en la vuelta veamos al Barsa de los últimos veinte minutos de anoche y le dé la vuelta a una eliminatoria ante el Atleti más serio en mucho tiempo, que tampoco es fácil. Todo es poner a cada jugador en su puesto por sus méritos y no complacer a unos moc-moc que, como vacas sagradas, echaron al entrenador más victorioso de la historia del club. Todo sea por no hacer el ridículo que supone no ganar todos los años esta competición teniendo en nómina a los messiniestas.

P.D.


 Razón no le faltaba


XI: Pinto; Alves, Piqué (Bartra), Masche, Alba; Busquets, Xavi, Fabregas (Alexis); Neymar, Messi, Iniesta.

Goles: Neymar.  
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