miércoles, 2 de abril de 2014

4-4-qué?


Barcelona 1-1 Atlético (Copa de Europa, ida de cuartos de final).

Pragmatismo Martino alineó a los cuatro centrocampistas que acostumbra en las grandes citas bajo el laxo argumento de “jugar con los jugones”, pero el experimento no aguantó un partido más y el 4-4-2 de pobres que sacó el Barcelona en su feudo en cuartos de la competición continental tocó fondo durante 70 minutos de desidia. La formación, con la que se pretende controlar los partidos, agota a un Barcelona sin ideas que ni domina, controla, ni contemporiza. Antes, las vergüenzas de la Junta se descubrieron con la lesión de Piqué y la sonrojante defensa no sufrió, por suerte, gracias a la propia de Diego Costa. Tras la marcha de Pep, el único partido en dos años en el que el equipo se ha acercado a lo que fue ha sido la remontada ante el Milan donde, causal y casualmente, Vilanova decidió dejar fuera a Fábregas. Este año, sin embargo, no sólo ha sido titular en todos los partidos importantes con un bagaje más que discreto sino que, para más inri, el entrenador desdeña veinticinco años de cruyffismo reemplazando el característico 4-3-3 de Cruyff, Van Gaal, Rijkaard y Guardiola por un obsoleto 4-4-2 sólo para hacerle un hueco. Que la situación condicione, además, la posición de un Iniesta relegado al extremo izquierdo por saturación de centrocampistas, donde no puede crear juego ni filtrar pases y que a mariposa, del que estamos esperando maravillas, lo tengamos que ver arrastrarse literalmente en la banda derecha después de haber pagado 111 millones de euros; aparte de haber propiciado la salida del equipo de Thiago Alcántara al Bayern debe encabronar, o al menos llamar la atención, a un aficionado culé demasiado acostumbrado a los mangoneos internos del establishment neonuñista actual. Por lo pronto, estos setenta fatídicos minutos, antes de la salida de Fabregas a partir del cual el equipo empezó a jugar de cine, en los que los puristas del cruyffismo nos llevamos las manos a la cabeza puede costarnos caro. Ahora, sólo Gerardo tiene la potestad de, siendo fiel a la historia actual del club, poner cada pieza en su sitio y rezar para que en la vuelta veamos al Barsa de los últimos veinte minutos de anoche y le dé la vuelta a una eliminatoria ante el Atleti más serio en mucho tiempo, que tampoco es fácil. Todo es poner a cada jugador en su puesto por sus méritos y no complacer a unos moc-moc que, como vacas sagradas, echaron al entrenador más victorioso de la historia del club. Todo sea por no hacer el ridículo que supone no ganar todos los años esta competición teniendo en nómina a los messiniestas.

P.D.


 Razón no le faltaba


XI: Pinto; Alves, Piqué (Bartra), Masche, Alba; Busquets, Xavi, Fabregas (Alexis); Neymar, Messi, Iniesta.

Goles: Neymar.  

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