Atlético 1-0 Barcelona. Copa de
Europa, vuelta de Cuartos de Final.
Heredaron un equipo campeón...
Esta frase
plasmaba el Barcelona en la despedida –de despido, no de dimisión- de Guardiola
tras la consecución de la Copa del Rey contra el Athletic allá por 2012. Una
frase indiscutible que, paradójicamente, bien podrían volver a serigrafiar en grande
si es que queda algún hueco en el Estadi sin copar por la publicidad de los
cataríes y azafatas con burka. El Barcelona macho, un modelo a seguir… Decía Borges
en “El libro de arena” que hay un misterioso placer en la destrucción. Supongo
que, como los miembros del Congreso del
Mundo dijeron que “cada tantos siglos hay que quemar la Biblioteca de
Alejandría”, los actuales directivos gozarán de un lascivo placer destruyendo
el modelo del que paradójicamente presumen. Acabar con el mejor club de la
historia en tres años no es cosa de un descuido ni una tarea fácil. Hay que ser
un concienzudo hijo de puta para destruir un modelo asentado que no era ni
mucho menos un castillo de naipes. Primero, hay que largar, insultar y menospreciar
a los guardianes del mismo: Cruyff, Guardiola y Laporta. Tras esto, hay que
echar a los más allegados a éstos, que son Abidal y, por ejemplo, Thiago (promesa de futuro y producto de Pep). Tanto da si faltan centrales o mediocentros. Abidal y Thiago fuera, jugada maestra. Ahora están en liza con Messi y
Victor Valdés. Y hay que, después de fichar a brasileños por 90 millones (padre incluído), activar a la opinión pública sobre Messi,
decir que el argentino es un pesetero y que corre sólo 1,5 km más que Pinto pero hay que hacer una pancarta gigante diciendo
LA MASÍA NO SE TOCA aunque tú hayas hecho las cosas mal. Y el soci compra, porque el soci es tonto. Porque
regalarles 600M a esta junta para ampliar y techar un campo que ni se llena ni se moja es de ir sobrado de IQ.
El repaso de
anoche es la guinda a un colofón de despropósitos y cosas mal hechas.
Parafraseando a Guardiola, “cuando Messi no juega bién es que algo de su
entorno falla. Hay que esperar a que él no se aburra y se pueda seguir
sintiendo cómodo. Si es así, no falla”. Guante bien recogido por la directiva
que ha minado tanto cuanto ha podido a un equipo hasta que a Messi, el hombre
perro, el niño hombre que sólo tenía en mente el balón, lo han aburrido
sobremanera. Tras decir que “a este equipo lo entrena cualquiera” y llamarle “Dalai
Lama” entre cuchicheos de pasillo. Cómo si el barsa se entrenase sólo o, mejor,
que Tito, el que vendieron su liga como una heroicidad, el del 7-0 del Bayern y
el que rechazó a Hummels; o el propio Tata, eran mejores que él. No sólo no han
hecho porque el equipo no se renovase, sino que se lo han cargado. Llevar tres
años para traer un central que es una necesidad urgente y resolver en dos meses
lo del puto campo nuevo que es una, como dice el presidente golpista “decisión
para los próximos 60 años”, destapa las prioridades de una Junta sin
escrúpulos. Una banda con cara de seminaristas que todavía no han salido de los juzgados por el caso
Neymar y siguen todos los que quedan pendientes para entrar en fila. Uno a uno. Pero claro, en
verano: el central es Puyol. Buenísima gestión tanto de Zubizarreta como de una
directiva con los intereses marcados. El Barcelona, el último.
Pero no todo
el problema está en los despachos. Ver a Alves colgando centro hacia tíos de metro setenta contra la mejor defensa de Europa nos sonroja y deja por los suelos el tan alabado modelo. El entrenador, leproso con renombre en
Sudamérica. Catalizador de problemas y navegante en tiempos de tormenta.
Coronado anoche con su “hoy no queríamos que Messi tuviese mucha participación”. ¡Artista! ¡Ídolo! Jugarse los cuartos en Europa no queriendo que el mejor de la
historia entre en juego… Mejor echarlo a una esquina y canalizar el juego a través de Fábregas, que ya
vimos en la ida, como también llevamos viendo estos tres últimos años, qué tal
nos va con él corriendo como un pollo sin cabeza. Luego, en el minuto 70,
quitamos a Iniesta, ¡y los tenés dónde querés, Martino! ¡Qué astucia, che! ¡Qué
bueno que viniste! Mientras, Guardiola, el que sacrificó todo dándole la llave
del juego a Messi, improvisando un 2-3-3-2 en Munich para levantar una
eliminatoria. Pero la culpa es de Leo, Cruyff, Guardiola, el entorno y la mano negra.
Esperemos a
ver como seminarista y sus colegas del establishment culé apagan el fuego con
gasolina. Acabo el hachazo con otra frase de Guardiola al llegar en su primer
año: “Abrochaos el cinturón, que nos lo pasaremos bién”. Seguiremos el consejo, maestro. Pero esta vez, lamentablemente, porque después de todas estas curvas, nos vamos
a pegar una buena hostia. Porque esta mierda rosellista no ha hecho más que
echar a andar.
Diferencias...
PD Diego
Pablo se lo merece. Esto y más.
PD2 Laporta, 6 años: dos Champions (más la tercera con su modelo) y 1 semifinal del Real Madrid.
Rosell, 4 años: 1 Champion (con el modelo de Joan) y cuatro de cuatro semifinales madridistas.
Rosell, 4 años: 1 Champion (con el modelo de Joan) y cuatro de cuatro semifinales madridistas.
XI: Pinto;
Alves, Bartra, Mascherano, Alba; Busquets, Xavi, Iniesta (Pedro); Messi en
banda, Fabregas (Alexis), Neymar.
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