Barcelona 2-2 Getafe. Liga, 36
Barcelona,
cinco de la tarde, any given Saturday. El equipo más en decadencia del fútbol
mundal (lo siento, Moyes) está tan esterilizado y ya totalmente desnaturalizado
que hay que reconocerlo en los pequeños detalles. Antes de empezar el partido tuvo
lugar el homenaje a Tito, en un gran gesto de cinismo la semana que se lapidó
mediáticamente a Guardiola por orden directa de unos directivos a buen
resguardo periodístico. Entre problegómenos y bajo el calor abrasante, un chico
con la camiseta del Madrid fue abucheado por una inmensa mayoría de cerriles
aficionados, por no llamarles directamente hijos de puta. Bajo esta presión, el
chaval se enfundó la chaqueta sin ademanes antes de la llegada de los guardias
de seguridad que le instaban a abandonar el recinto. En mitad del diálogo, mientras
el chico en ningún momento se mostró irrespetuoso o desafiante, un ultra
(reinsertados en el Estadi por la junta actual tras su prolongada expulsión por
parte de Laporta) ascendió unos peldaños para empujar e intimidar a este
aficionado. El expulsado, entre vítores, no fue el agresivo ultra sino el chico
de la camiseta, que tuvo que abandonar el estadio junto a su amigo vestido bajo
la camisola de Messi. El universo barcelonista actual condensado en una sola
escena. Cosas normales que ocurren en Qatarlonia, donde, como dijo Sandrito en
su libro, tendrán que darnos la bienvenida al mundo real que es ahora el universo del Futbol
Club Barcelona. Mientras se lavan las vergüenzas diciendo que la situación del
fútbol en Italia es “surrealista”. Bochornosa situación de un club que nos
tiene últimamente muy dado a estos ejercicios fascistas. Como aquel de la
retirada de la pancarta del socio Jordi Cases contra el presidente prófugo o
las fotos de familia con los presis y sus nanos levantando la manita al viento. Por no hablar del periodista Daniel Cana, al que despidieron después de un día de trabajo cuando el directivo Didac Lee le hizo un seguimiento de su actividad en Twitter. Ejercicios a los que nos tendremos que ir acostumbrando cuando esta Junta,
amiga de los violentos y con peligrosas inclinaciones de abusos de poder,
convierta al club en SAD y vengan los cataríes a expulsar del campo a todas las
chicas con las faldas por encima de los tobillos. A todo esto, el equipo volvió a arrastrarse por el campo en otro ejercicio de profesionalidad sin precedentes y se dejó empatar en los dos tiempos de descuento. Pero de fútbol, en can Barsa, mejor ni hablemos.
PD La buena
noticia, la oferta proveniente de Manchester donde se abonarían 55 kilos por
Fabregas, ayer envalentonado con los aficionados a los que dedico unos cuantos
gestos. Yo me encargo del lacito.
XI: Pinto;
Alves, Bartra, Mascherano (Cesc), Adriano; Busquets, Xavi (Song), Iniesta;
Alexis, Messi, Pedro (Tello).
Goles: Messi,
Alexis.